Te he echado tanto de menos,
que lo creí olvidado.
Dejé de echar de menos.
Dejé de decirlo.
No quería sentir(lo).
Pensé,
que de este modo,
se disiparía el espacio
que había dejado tu ausencia.
Ahora sé, que ese Océano
estuvo, está y estará siempre
lleno de hAmor.
El mismo con el que le abandonamos
cuando salimos corriendo,
y la casa sin recoger.
Con todo lo que creamos,
con las risas y los dedos enlazados.
Los abrazos que acercaron nuestros…
nuestros corazones.
Puro hAmor.
Todo el sentimiento guardado
en medio del Océano.
Sin el barco de Noé, ni Faro.